Fallen Paradise Confirmación

Dice la historia que hace algunos años, en una enorme mansión de Blackpool, Inglaterra, dos personas estaban discutiendo sobre unos asuntos. La primera persona, de cabello rojizo y medianamente largo, se mostraba desinteresada a todo lo que la segunda persona decía. Esta segunda hablaba animadamente sobre un proyecto, sobre crear una vida artificial que satisficiera cada una de las necesidades del ser humano.

La segunda persona, la cual no nos interesa saber su nombre, hizo lo posible por crear su sueño. Sin embargo, no pudo hacer nada: lo tomaron por lunático, por un hombre que atentaba contra la raza humana, contra lo que Dios creó, tratando de crear un alma artificial. Acabó encarcelado de por vida y en la quiebra. Ese fue el fin de un sueño.

Hadi Neisa, quien era la primera persona, no se preocupó en lo absoluto al saber el descenso de su colega. Pero lo que sí llamó su atención fue la razón por la que el pobre hombre fue encarcelado. ¿Una vida artificial, algo como un esclavo que cumpliera todos y cada unos de los caprichos de su amo? Una sonrisa enorme, maliciosa, se dibujó en sus labios mientras leía los informes de su viejo “amigo”. Era una idea brillante, tentadora para su mente pervertida, y por supuesto no podrían faltarle los clientes porque todo el mundo, todo, ansiaba tener un esclavo con el que jugar, por más que su pared moral intentara ocultarlo. Y por supuesto, los androides no iban a replicar, no tendrían el derecho, y era mejor que las miles de mujeres y hombres que le rodeaban porque ellos acababan tomándole cariño… pero los androides no lo harían, o por lo menos eso creía.

Entonces, ¿por qué no robarle esa idea a su colega, que ya no se molestaría en replicar, e intentar fabricar ese “sueño” a su antojo? Por supuesto, no iba a cometer la misma estupidez que el otro, y haría una fábrica, una tienda y contrataría a las personas, todo invisible a la ignorancia humana.

Fue allí cuando creó Fallen Paradise. Todo estaba saliendo tal y como lo esperaba; los androides tendrían diferentes modelos, todos acordes a cada uno de los fetiches que tenían las personas hoy en día, y estaban dotados con la condición de ocultar esas “características” cuando les tocara salir a la calle, para que así pasaran como un ser humano cualquiera. Mientras no los compraran, vivirían en el piso superior de la tienda y en cuanto fueran comprados se les dormirían: sólo podían ‘despertar’ con el beso de quien iba a ser su amo, para que así lo identificaran ya como su propiedad. No obstante, y sin enterarse Hadi de ello, estos androides nacían con un alma y una personalidad propia, como si en verdad fueran seres humanos.


Es así como Fallen Paradise abre sus puertas para complacer las perversiones y deseos de todos sus usuarios ¿estás preparado para comprar el amor?....